No sucede lo que quieres

El universo no te da aquello que quieres, te da aquello que necesitas para tu evolución. Muy probablemente lo que tú quieras no es precisamente aquello que te va a permitir llegar a un mayor estado de conciencia, con lo cual no es para el mayor bien de todos los implicados que se dé.
Por eso mismo debemos mirar todas las situaciones y personas como trampolines para nuestro crecimiento.

Si el escenario que tengo no me gusta, debo aprovecharlo para sacar el aprendizaje que se me está ofreciendo.
Nada nos hace perder más el tiempo que sufrir por aquello que aparentemente no podemos cambiar. Cuando sufro por una situación o circunstancia que está presente en mi vida, no hay una entrega plena en el proceso de confiar y soltar.
Si eres de los que dice: “yo confío y suelto pero…X” te digo desde ya mismo que ni confías ni mucho menos has soltado. Soltar y confiar significa que no le doy más vueltas al tema porque sé que, aunque ahora no lo vea, la solución está en camino. Llegará justo a tiempo, por eso mismo confío. Lo que no puedo pretender es que llegue en el tiempo y en la forma que espero que llegue, si tengo expectativas es porque aun tengo esa necesidad de controlar esa situación que tan poco me gusta. Y el control, recordemos, es una necesidad del ego, no del alma.